La piel es un órgano vital de nuestro organismo. Recubre todo nuestro cuerpo y representa una sexta parte del total de su peso. A pesar de su superficialidad se ve altamente influenciada por nuestro estado de salud.
PIEL
Cuando hablamos de piel, podemos dividirla en tres capas principales:
1. Epidermis
Es la capa exterior de la piel, compuesta por queratinocitos, que acaban convirtiéndose en corneocitos, que forman la capa superior, la parte visible. La epidermis también contiene diferentes células especializadas, como las células que producen pigmentos (melanocitos), que dan color a la piel, y las células de Langerhans, que constituyen el sistema inmunológico de la piel. Es la capa en la que los productos cosméticos y para el cuidado de la piel ejercen su principal efecto.
2. Dermis
Se encuentra justo debajo de la epidermis y es mucho más gruesa. Hay mucho movimiento ya lberga muchos componentes imporatntes, como los fibroblastos, que producen el colágeno (cuyas fibras suponen aproximadamente un 70% de la dermis) y la elastina que compone la mayoría de la dermis, la sangre y los vasos linfáticos, los nervios, las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas.
3. Subdermis
Es la capa más profunda de la piel. También conocida como capa subcutánea, que al igual que el resto de las capas de la piel, varía su groso en función del volumen corporal. La subdermis contiene células adiposas que protegen la dermis y la epidermis, que aíslan el cuerpo y actúan como almacenamiento de energía.
SIGNOS DEL ENVEJECIMIENTO
- Reducción del espesor cutáneo: la capa basal de la epidermis ralentiza su ritmo de producción de células y reduce el espesor de la misma. Estos cambios implican que la piel sea más propensa a irritarse y arrugarse.
- Flacidez: la piel madura contiene menos elastina y colágeno, lo que significa que es más propensa a caer y hundirse. La piel madura es especialmente vulnerable a los efectos de la gravedad, un ejemplo son las bolsas bajo los ojos, signo de que la piel ha cedido a la gravedad y ha perdido elasticidad.
- Arrugas: debido a la reducción de la elastina y el colágeno y a la pérdida de grosor de la piel, puede que algunas zonas de la cara (como los ojos y la boca) sean más propensas a mostrar líneas de expresión y arrugas.
- Manchas de la edad: las células de pigmentación (melanocitos) tienden a aumentar y agruparse en determinados puntos, creando zonas de mayor pigmentación, conocidas como manchas de la edad o manchas del hígado. Las zonas expuestas al sol son especialmente propensas a las manchas de la edad.
- Sequedad: la piel madura posee menor cantidad de glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas. Esto puede hacer que la piel sea más propensa a los efectos provocados por la sequedad, como la aspereza y los picores.
- Roturas de capilares: los vasos sanguíneos de una piel más mayor y más fina tienen más probabilidades de romperse y formar moratones, además de ser propensos a ensancharse continuamente. Esto es lo que habitualmente se conoce como rotura de capilares o de venas.
Aunque probablemente todos padeceremos estos efectos, la velocidad y la forma en que se produzca el envejecimiento de la piel sólo está parcialmente influido por factores genéticos. Llevas una vida saludable y cuidar bien la piel pueden ayudar a reducir la rapidez en qe mostremos nuestra edad. Es por ello que un tratamiento cosmético antienvejecimiento constituye un arma esencial para luchas contra el envejecimiento y mantener una piel con un aspecto estupendo.
BIBLIOGRAFÍA
Extracto de “Serum7. The beauty of certainty”